Influencia Social

Estamos programados socialmente para conformarnos, el dicho de “¿dónde va Vicente?, donde va la gente” tiene mucho más de cierto de lo que pensamos. Así lo demostró el experimento del elevador de Solomon Asch, una reveladora e histórica prueba que mostró con una claridad ridícula como es que nuestra individualidad como seres sociales se ve totalmente devastada frente a la conducta en multitudes y la forma tan fácil cómo cedemos a la presión social, a pesar de carecer de total lógica. Concluyendo que elcomportamiento de masas, al contrario de lo que supondríamos, es totalmente irracional.

Comentarios